Me pregunto si cada vez que llegas a mi vida, es para darle una vuelta de 180 grados.
Me pregunto por qué cada vez que te miro, te escucho y te siento respirar mi corazón late como si estuviera esperando por algo, como si algo me hiciera falta y estuviera apunto de llegar.
¿No te pudiste haber quedado allá?
Donde quiera que estabas, ¿y no regresar?
Recuerdo perfectamente, mi primer poema… fue dirigido a ti.
Si supieras que tu me llevaste a escribir.
Aunque nunca lo leiste, -ni lo haras por supuesto- te hago saber que fue inspirado en ti.
Recuerdo como me escondía detrás de mis amigas, cuando te aproximabas, o como le confesaba a mi almohada la forma de tu mirar y por qué para mí era especial.
Me parecías de esos chicos que con solo una mirada, construias un nuevo mundo, un nuevo espacio, y nuevas fantasias.
Me parecías de esos chicos que podía cambiar absolutamente todo, sin importar qué.
¡Anhelaba las clases!, solo porque estarías ahí.
Recuerdo perfectamente como dolía y como lloraba y aunque esperé no regresaste.
Los dias pasaban, las semanas corrian, y los meses volaban y aún nada.
Más triste aún, nunca pude confesartelo…
Mi dignidad y orgullo, me ganaban.
Luego no supe más de ti, fui feliz.
Me olvidé de ti.
O al menos eso creí.
Pero, ¿Qué haces ahora?
¿Porque vuelves así?
¿estará haciendome el destino una broma macabra?
tenerte de regreso, para luego... verte partir.
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