viernes, 14 de junio de 2013

Ese hombre, era excelente cebando. Los mejores mates, eran los de él.
Maravilloso, cariñoso... padre encantador.
Aquel que al reirse, te lanzaba una contagiosa pizca de felicidad.
Cuyo bigote danzarín inspiraba ternura y amabilidad.
Ese que en ocaciones, desearía poder abrazar, sumirme en sus calidos brazos y contarle mis miedos y temores.
Ese que cuando papá se enoja conmigo, me gustaría que me ayudara a calmar.
Ese que celoso se pondría al conocer a quienes me pretendan... ese que me riña si hago las cosas mal.
Ese con el que tango aprendería a bailar.
Che querido, como desearía haber podido conocerte. Mi abuelo, mi heroe, un misterio, un anhelo y mucho mucho más.

martes, 19 de febrero de 2013

No me importa que corra el reloj sobre la pared
que en cada segundo que pase mi piel pierda humedad
que las arrugas en mi rostro sequen los restos de juventud, 
no me importa luchar contra el viento a la hora de andar, 
tener que forzar mi mente parta recordar 
y cansarme con facilidad,
no me importa envejecer, 
ni que mi corazón deje de bombear 
si puedo girar, mirar y decirte: 
"Quiero ir contigo hasta la inmensidad"

miércoles, 15 de agosto de 2012

 

De alguna manera
escuchar la lluvia, ayuda a reflexionar
mojars en ella, a sentir
y que luego escampe, a superar.