viernes, 14 de junio de 2013

Ese hombre, era excelente cebando. Los mejores mates, eran los de él.
Maravilloso, cariñoso... padre encantador.
Aquel que al reirse, te lanzaba una contagiosa pizca de felicidad.
Cuyo bigote danzarín inspiraba ternura y amabilidad.
Ese que en ocaciones, desearía poder abrazar, sumirme en sus calidos brazos y contarle mis miedos y temores.
Ese que cuando papá se enoja conmigo, me gustaría que me ayudara a calmar.
Ese que celoso se pondría al conocer a quienes me pretendan... ese que me riña si hago las cosas mal.
Ese con el que tango aprendería a bailar.
Che querido, como desearía haber podido conocerte. Mi abuelo, mi heroe, un misterio, un anhelo y mucho mucho más.

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