sábado, 15 de enero de 2011

"Querido, Quijote."


"Querido, Quijote.

Disculpa por haberte subestimado."


Siempre me había puesto a pensar en como era posible que un hombre tan culto y estudiado como "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la mancha" había caído en la locura completa a causa de los libros, cómo sus sesos estaban completamente secos y cómo su mente estaba llena de alucinaciones.
¿Cómo podía luchar con inmensos molinos de viento y decir que iba por "Dulcinea del Toboso"?, una mujer que ni se llamaba de esa manera.

Mis amigos, me decían una y otra vez "Si sigues leyendo tanto, se te secaran los sesos; como al Quijote", y yo simplemente reía. Lo creía imposible, tonto y propio de los libros de Cervantes.

Pero, eso pensaba hasta hoy, ahora miro los libros detenidamente y me pregunto "¿Se me habrán secado los sesos? ¿Estaré como el Quijote? ¿loca de tanto leer historias en las que el príncipe lucha por su princesa? donde al final sellan su larga batalla con un dulce y tierno beso de amor. ¡Que patético! dicen algunos por ahí, pero es así.

Increíble, mágico y totalmente loco. -Sin olvidar el toque Quijotesco que ahora no ha de faltar.- sólo sigo con mis libros, viviendo en un mundo... donde no sé si lo que veo es real.

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