jueves, 29 de marzo de 2012

Algo parecido a una carta de despedida.

Querido, John.

Acabo de venir de tu casa, herida y tan dolida que solo tengo fuerzas para escribirte una carta.
Primero que todo debo recordar las noches tan largas que tuvimos, aquellas noches que solo permaneciamos acostados en el cesped mirando las estrellas sin hacer nada más, sin tocarnos, con solo mirar a la inmensidad. Aquellas noches en que me susurrabas un “Te amo” que solo yo pudiera escuchar.

Recuerdo como te conocí aquel dia en la estación del tren, tu bebias un café y yo lo volqué en tu traje tan elegante y con una mirada filosa robaste mi corazón hasta hacerlo tuyo por completo. Ese día me acompañaste a casa, y esperaste que entrara tu poder irte en paz. Mi madre se enojó mucho, recuerdo sus gritos, decía que habia enloquecido por un hombre casi 10 años mayor, yo le juraba que nuestro amor era real y que con el tiempo se lo demostraría. El tiempo pasó y me enrollé por completo en tu vida. Me prometiste nuevos horizontes, nuevos caminos y me juraste que la via lactea sería mia y solo para mí. Yo te creí. ¿Qué tonta no?

Tal vez no debía hacerlo, pero… ¿con 16 años que se puede pedir?. Cuando tienes 16 años y te dicen que te aman tu les crees, les crees y eso duele después.

Enloquecí, enloquecí de amor por ti, John. ¿No recuerdas esas veces en las que me escapaba para ir contigo a mirar el atardecer? O aquellas que te hacía entrar en casa sin que mis padres lo supieran, o hasta esas que trepaste por mi balcón solo para un beso de buenas noches. Fue un lindo amor, John. Debes aceptarlo. Pero no duró, ni resultó un verdadero amor.

¿Donde estas ahora?

Quiero decir, donde estás ahora después de huir y haber obtenido lo único que querías, después de haberte llevado mi tesoro mas preciado, y ese que será imposible recuperar. Te has llevado todo, absolutamente todo de mí.

Ahora veo quien eres, ahora veo con quién estaba tratanto.
¿No pensaste que era demasiado joven para herirme así? ¿Dónde estan esos relatos y esos versos que cantabas para mí antes de partir? ¿Donde está Romeo, donde está Julieta? Eran mentiras de un farsante que solo quería obtener algo de mí.

Tal vez fue mi culpa, lo sé. Por ser tan inocente, mi culpa por creer que la via lactea era más que leche, y que para el amor no había edad. ¡Pamplinas! Puras mentiras inventadas por ti, pero no lo había visto venir.

Bueno, en fin. Ahí estaba yo al frente de tu casa, mirando como tu auto nuevo y brillante se iba sin dejarme decir Adiós, ¿Qué hice? ¿Fui demasiado sincera? ¿Te entregué demasiado amor?, Aún no logro descifrar que pasó.

Mis piernas me fallaron, tu casa estaba completamente vacía y yo, en el suelo esperando por una señal que me ayude a levantarme, estoy llorando John… y tu no estás para rodearme con tus brazos que me mantenían calida en los tiempos de invierno. Ahora no hay verano, no hay otoño, no existe la primavera. Te fuiste dejando un invierno permanente en mí. Dejandome sin nada.

Adiós querido, John.
Solo quería decirte, “Maldito seas en donde quiera que estés”
Con amor.
-Amy

No hay comentarios:

Publicar un comentario